Hay quien todavía se echa las manos a la cabeza cuando se habla de grandes diferencias de edad. Sin embargo, en las relaciones del siglo XXI esto de buscar pareja entre diferentes generaciones está a la orden del día. Hay matrimonios que se llevan más de una década de diferencia, o relaciones millennials en las que la treintena y la veintena conviven en armonía. Ellas mismas nos cuentan sus experiencias en primera persona, con los pros y los contras de salir con alguien menor.
Iria R. (31), “la menor mochila emocional”
“Mi pareja y yo nos llevamos seis años y hemos estado ya casi tres años juntos. Pero un tiempo antes lo intentamos y ahí sí que la diferencia de edad fue un problema. Porque la relación implicaba algunas complicaciones, como la distancia y la amistad de nuestras familias; y él era muy niño. Ahora ya no noto ninguna diferencia. Quizás que yo he tenido más tiempo para ser independiente, pero poco más.
En cuanto a las ventajas, creo que es la menor mochila emocional. La verdad es que no suelo notar demasiado la diferencia de edad y la mayor parte del tiempo ni siquiera me acuerdo de ello. Nuestras vidas estaban en un momento muy similar cuando empezamos a salir, lo cual ayudó en ese aspecto.”
Francisca R. (76), “mis padres se escandalizaron”
“Mi marido y yo nos llevamos 12 años, ¡yo soy la mayor de los dos. Eran otros tiempos y todas mis amigas se casaron con hombres uno o dos años mayores que ellas. Y yo llegué para romper el molde, enamorándome de un amigo de mis primos que era mucho más pequeño que yo. Él tenía 20 años cuando nos conocimos, pero nos gustábamos mucho y nos creíamos Romeo y Julieta, como en una novela de amor imposible.
Cuando pasó la emoción de las primeras citas y tuve que presentarle a mi familia, mis padres se escandalizaron. Mi madre se encerró en el baño y no quería conocerle, decía que era una asaltacunas. Nos casamos y tuvimos dos hijas, pero aún así nunca fue el favorito en las reuniones familiares. Ventajas son todas, porque llevamos ya más de 40 años juntos. Las desventajas son las miradas que juzgan, los comentarios negativos que dicen que es imposible, etc. Pero ahora son otros tiempos, que los jóvenes hagan lo que quieran.”
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Sandra O. (29), “el maduro de la relación es él”
“Pablo y yo nos llevamos siete años, aunque él siempre dice que nos llevamos menos porque yo cumplo en diciembre. La primera vez que estuvimos juntos fue en un viaje de intercambio del colegio. Él estaba en 2º de bachillerato y yo iba de voluntario con unas prácticas de Turismo. Como te podrás imaginar, mi “no” a seguir viéndonos fue rotundo. Durante meses no hice más que encontrar pegas, a pesar de que estaba loca por él.
Con todo, él siguió estando ahí e intentándolo. Al final decidí apostar por ello y a ver qué pasaba, ignorando a quienes me decían que es un bebé. Y ha resultado que él ha sido mucho más resolutivo en nuestros problemas, en convencer a nuestro entorno de que somos una pareja normal. Vamos, que el maduro de la relación es él y me ha dejado claro que lo de la edad es solo un número en el DNI, porque yo no la veo en ningún otro sitio.”
Tamara N. (25), “no tiene la menor importancia”
“Mi novia tiene 18 años y no es ningún problema en absoluto. Ella está en 1º de carrera y yo ya he comenzado a trabajar, pero seguimos las dos con la misma marcha, ganas de hacer cosas y planes de futuro. Y creo que eso eso lo importante. Nadie nos ha hecho nunca un comentario negativo, no siento que una sea más madura que la otra ni que pertenezcamos a diferentes mundos. Es la persona lo que cuenta, la edad no tiene la menor importancia.”
Alexandra S. (43), “estoy en una fase de yogurines”
“Me divorcié hace unos seis años y desde entonces solo he salido con hombres mucho más jóvenes que yo. Mis amigas dicen que estoy en una fase de yogurines. Y es toda una liberación. Porque no tienen el estrés y las preocupaciones de los hombres de mi edad, viven más relajados y aprovechando el momento. Te hacen sentir más joven, más sexy y…seamos sinceras, tienen mucho más aguante en la cama y ganas de demostrarlo.”
Cris R. (30), “no volverme una de esas novias-madre que se pasan el día mandando”
“Me llevo casi ocho años con mi chico y es un tema del que me cuesta bastante hablar. Porque la gente te dice que es solo un número y que lo importante es como de maduro sea. Pero no es cierto. Cuando le cuentas a otros tu diferencia de edad no pueden evitar mirarte raro, algo que a mi me acompleja un poco.
Pero lo peor es preocuparte de cosas que él no se preocupa. Pensar en el dinero, en el futuro. Mientras él sale con amigos de fiesta. ¿Y qué vas a hacer? No quiero quitarle esas experiencias que yo también tuve a su edad y eso es algo que me tengo que recordar para no volverme una de esas novias-madre que se pasan el día mandando. Es difícil, pero si se quiere se encuentra la manera.”
Parece que lo de salir con personas mucho menores está a la orden del día, siendo más común de lo que parece. De esta forma se rompe otro tabú de la sociedad, en la que lo tradicional era que la mujer sea siempre un poco más joven que el hombre. ¡La de oportunidades que nos perdíamos! Eso sí, hay quien aún tiene complejos por quedar con hombres a los que saca algunos años, y no hay porqué. Como se ha demostrado en moda en cientos de ocasiones, la edad es solo un número que no debería determinar nada de lo que hacemos por gusto.